3 de octubre de 2008

Filosofía libre del Software

Cuando estoy a punto de comenzar el desarrollo de un sistema en cualesquiera de las empresas en donde he trabajado, todo comienza con una motivación.

Si bien es cierto que el desarrollo de aplicaciones o codificación de algoritmos es una actividad meramente lógica y técnica; también es necesario el empleo de una musa o inspiración creativa que nos llegue a conseguir el punto exacto en la terminación de un proyecto impecable.

Es decir, usamos ambos hemisferios cerebrales para tal actividad, tanto el derecho, dedicado a la lógica, como el izquierdo, dedicado a las actividades artísticas.

Ahora centrémonos en esta musa, llámese también la razón de ser o el sentido propiamente dicho que va a tener este sistema que vamos a desarrollar, dejando a un lado el interés monetario, que es tan importante para nuestras vidas pero que a la final no puede comprar tan solo la satisfacción.

El otro día, me comentaba un amigo que -mi interés en el software libre es meramente técnico-. Ahora bien, si analizamos esto, es sencillamente imposible que nos enfoquemos únicamente en la parte conceptual de proyectos de software libre, a menos que seamos robots que no necesitamos musa inspirativa para lograr la consecución de sistemas de cualquier tipo, que de por sí podemos descartar ya que precisamente lo que caracteriza a un robot es la falta de emotividad, falta de creatividad y mucho menos inspiración.

Entonces, llegamos al punto en que, la filosofía libre del software podría ser la musa, el saber que nuestro trabajo será reusado por otros garantiza la inmortalidad del mismo, es en sí el valor suficiente o el impulso necesario para el empujón al comienzo de la primera línea algorítmica.

Una vez que somos concientes de que al liberar nuestro código no solamente aportamos nuestro pequeño grano de arena a esta gran montaña de saberes que nos ha regalado la comunidad, sino que también nos hacemos inmortales dentro de la própia inmortalidad logica creativa del código liberado. La libertad se refiere a estar sin ataduras de licencias, ni de empresas, ni de software quienes al principio prometieron ayudarnos con una plataforma y en protección de nuestros derechos intelectuales, pero que a la final se llevan consigo hasta a la tumba nuestras ideas copiadas en dicho código encerrándolas en cajas herméticas en donde nadie puede verlas o matándolas cuando sencillamente estas empresas quiebran y ya la plataforma que estaba en nuestros zapatos desapareció, todo el conocimiento que hemos construido se desbarata como las torres gemelas, como una torre de naipes.

En paises como el nuestro, hablo de Venezuela, y en general latinoamérica. En donde, el sentido tecnológico aún no logra llegar a los estratos más bajos de la sociedad. El software libre aún no termina de florecer dentro de la comunidad desarrolladora.

Es muy común encontrar compañías arraigadas profundamente al desarrollo de aplicaciones con Visual Studio, que a su vez se amarra a SQL SERVER y a su vez a Windows, siendo todo lo anterior en sí un monopolio que se adhiere a las empresas y que las hace dependiente de un sistema y lenguaje sustentándose en el puro interés monetario, dejando en segundo orden temas como la seguridad, creatividad y eficacia, cosas que tampoco el dinero puede comprar.

Cuando desarrollamos código con estas herramientas privadas nuestro algoritmo está destinado a morir, ya que cómo puede un organismo mortal ¿cómo lo son las empresas sustentar el conocimiento que es inmortal?.

Encerrados en edificios de oficinas en donde no existe ningún tipo de inspiración más allá que la monetaria y esto se observa incluso en compañías que intentan innovar como Google INC., que ha desarrollado uno de los mejores ambientes laborales pero que a la final cae en el mismo circulo del conocimiento -->> creatividad -->> dinero, pero es aquí, en donde viene el conocimiento cuando circulo se va desgastando, por falta de energía que la impulse a seguir, como resultado de que el valor monetario toma una importancia superior a la creativa.

Cuando Google empezó a incorporar a sus propios empleados a formar parte de las acciones de la misma empresa, empezó a empeñar su nivel creativo, dándole más importancia al resultado que a la forma o la manera de lograrlo, el desarrollo meramente por un fin.

Así pues, sería interesante plantearnos interrogantes personales como ¿Donde está realmente la riqueza para mí? ¿Cuanto cuesta un segundo creativo?. En el mismo momento en el que la moral paso a un segundo lugar, colocando un sistema inmoral de conocimiento tecnológico por dinero generador de pobreza científica, en ese instante dejamos de ser libres.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy acertado tu post Wilfredo. Efectivamente esas son interrogantes que no solo me hago sino también intento discutir con los demás. Sobre todo cuando estoy impartiendo cursos de software libre.

W dijo...

Gracias por su comentario profesor Richerte. Y pues sí, es de suma importancia tratar estos temas, para encontrar la razón real del por qué hacemos nuestro trabajo, y, de ese modo, darle no solo un objetivo práctico sino una razón moral.